martes, 5 de mayo de 2009

Antiguas fiestas de mayo a la Santa Cruz

Se reproducen a continuación las líneas que D. Jesús Remírez Muneta, antiguo Párroco de San Eutropio, dedicó en su libro "Las antiguas cofradías de la Villa de Paradas" (Sevilla, 1973), a las celebraciones que promovidas por la Hermandad de la Vera Cruz tenían lugar en Paradas en el mes de mayo con motivo de la fiesta de la Invención de la Santa Cruz, ya desaparecida del calendario liturgíco.

En ellas nos cuenta lo grande que fueron la devoción a la Santa Cruz en Paradas y los festejos que giraban alrededor de ella y que dieron origen a la feria de mayo de Paradas


El 3 de mayo, Día de la Invención de la Santa Cruz, celebraba esta Hermandad Fiesta Solemne en la iglesia parroquial, con sus Vísperas, Misa cantada y sermón con “videncia” de todo el Clero y de todos los Hermanos. Se llevaba procesionalmente la Vera Cruz por las calles, lo más adornada posible.

La devoción a la Santa Cruz ha sido muy grande en Paradas. No hay más que mirar los monumentos a la Santa Cruz, repartidos por los cuatro puntos cardinales del pueblo. Viniendo de Marchena, al entrar en la Villa hay una cruz sobre una gruesa columna cilíndrica, llamada la Cruz del Cañuelo, nombre que le viene de una antigua fuente próxima, que despide el agua por un pequeño caño. En el extremo opuesto, al salir del pueblo por la calle General Franco, existe una hornacina, en la pared de la última casa, con la señal del cristiano. Al final de la calle Castejón, hacia el norte, otra cruz sobre un pilar cuadrado, adosado a la casa que hace esquina. Al terminar la calle Teniente Ramírez, hacia el Sur, nuevamente otro hueco con la Cruz de Cristo nos recuerda el misterio de la Pasión. Otra, al comienzo de la calle San Albino. Otra, en el porche de la Iglesia parroquial. En el enlace de la carretera particular de Paradas con la general de Málaga-Sevilla, sitio llamado el Calvario, una pilastra de ladrillo, de varios metros de alta, muestra a todos los pasajeros la señal de la Cruz, pregonando con todo lo anteriormente dicho que Paradas es un pueblo cristiano por los cuatro costados.

Al entrar en el cementerio, veinte pasos al interior, topamos con una alta columna cilíndrica, rematada por cruz de piedra. Esta misma cruz coronaba en otro tiempo una fuente, que existía donde está la actual gasolinera en la plaza del Pilar, llamada así porque un largo pilón o pilar, a donde iban a beber las bestias y los ganados, la llenaba en gran parte. Llevada el agua corriente a las casas, aquella fuente y pilar quedaron abandonados y más tarde suprimidos. El pilar ha sido sustituido por otro en el extremo de la plaza. La cruz aquella es la que hoy destaca por encima de las tapias del cementerio, entre los cipreses.

La víspera de la Fiesta de la Santa Cruz, 3 de mayo, según dicen los antiguos de la población, los sacerdotes, con bastante público, iban a los cuatro extremos del pueblo procesionalmente y dejaban, donde se hallan las hornacinas para el signo cristiano, cruces adornadas con flores que preparaban las camareras de cada hornacina, que solían ser personas de familias próximas.

El 3 de mayo comenzaba antiguamente la Feria de ganado, muy concurrida por gentes de todos los pueblos vecinos. Hoy, con la mecanización del campo, han desaparecido casi las bestias, y en consecuencia la Feria de ganado. Quedan, sin embargo, las Ferias de Paradas durante tres o más días: caseta de baile, alumbrado eléctrico multicolor en la calle de José Antonio, puestos turroneros aquí y allí, tío-vivos, “coches locos”, juegos de diversa clase y, según los años, hasta corridas de toros.

La Fiesta litúrgica de la Invención de la Santa Cruz ha desaparecido del calendario eclesiástico, por haber otra similar el 14 de septiembre, y en la reforma calendarial se ha procurado evitar repeticiones.

A esto han venido a quedar reducidas las Fiestas religiosas de la Cruz de mayo en Paradas. Lo que empezó siendo fiesta religiosa con motivo de la Invención de la Santa Cruz en Jerusalén por la emperatriz Elena, madre de Constantino, lo que causó inmensa alegría entre los cristianos, ha terminado degenerando en fiesta meramente profana. Los antiguos cristianos sacralizaban las fiestas de los paganos. Hoy, los discípulos de Cristo hemos paganizado muchas de nuestras fiestas religiosas.

Torralba y Bazán (Apuntes para la Historia de Paradas, 1915) escribe que el pueblo de Paradas fue siempre muy amigo de correr la pólvora. Después de aludir a las grandes manifestaciones de fuegos de artificio con motivo de las Fiestas Patronales Eutropianas en 1758, dice: “Viniendo a tiempos más cercanos, aunque el que esto escribe no lo haya conocido, por no hallarse aquí, muy sabido y no se deja de recordar los disparos, de pistola particularmente, con que hasta 1891 solemnizaban estos naturales (de Paradas) la festividad de la Santa Cruz. En las tres noches de su velada, entre el bullicio y la algazara, cuando en la Plaza no se cabía por la gente que acudía a divertirse y a pasear, comenzaban los tiros nada menos que de bala, que más de una desgracia solían ocasionar.”