lunes, 30 de marzo de 2009

Oración para la Estación de Penitencia

Por su interés, reproducimos a continuación la oración que ha publicado la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Sevilla, recomendada para el inicio de la estación de penitencia.

ORACIÓN PARA INICIAR LA ESTACIÓN DE PENITENCIA

El Director Espiritual, o un Delegado suyo, ruega a todos los hermanos que hagan la Señal de la Cruz.

+ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El Hermano Mayor o un delegado suyo lee:

Queridos Hermanos:
En estos momentos nos disponemos a realizar nuestra Estación de Penitencia. Todos, unidos en Hermandad, daremos público testimonio de nuestra fe en Jesucristo y de nuestra pertenencia a la Iglesia Católica.
Nuestras hermandades y cofradías siempre han defendido el don de la vida y así lo ratificamos de manera permanente en nuestros actos y cultos.
Hoy, nuestra Hermandad, antes de iniciar la Estación de Penitencia, quiere expresar, una vez más, nuestra más firme y decidida declaración en defensa de la vida desde el mismo momento de la concepción y hasta la muerte natural. Y todo ello, ante los ataques que desde muchos frentes venimos sufriendo en este sentido en los momentos actuales y ante las anunciadas perspectivas de su desmesurado agravamiento por medio de proyectos que aspiran a tener carácter de normas legales de inaceptable contenido y que explícitamente rechazamos.
Ofrezcamos, en este Año del Señor 2009, la Estación de Penitencia como testimonio de apoyo y defensa del don de la vida y como rechazo de toda práctica que atente contra la dignidad de la vida de las personas.

El Director Espiritual, o un Delegado suyo, invita a pedir perdón por los pecados.

Todos

Yo confieso ante Dios Padre todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

El Director Espiritual o un delegado suyo, proclama la Palabra de Dios:

Del Evangelio según San Lucas Lc 1, 39-45

María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá".

Palabra del Señor

Todos responden

Gloria a ti, Señor Jesús.

El Director Espiritual o un delegado suyo, invita a la oración de las preces.

Preces (puede hacerla el hermano mayor o un miembro de la junta de gobierno).

1. Por el Santo Padre el Papa Benedicto XVI, sucesor de San Pedro, para que el Señor le ayude a guiar a la Iglesia en la defensa del don de la vida. Roguemos al Señor.

2. Por nuestros Pastores, el Cardenal Arzobispo Carlos y el Arzobispo Coadjutor Juan José, sucesores de los Apóstoles, para que a través de ellos, la Palabra de Vida sea difundida y glorificada en nuestra Archidiócesis, y en su ministerio promuevan las acciones de evangelización que nuestras hermandades y cofradías necesitan, para ser auténticas escuelas de amor y aprecio por el don de la vida de todo ser humano. Roguemos al Señor.

3. Para que los cristianos nunca nos desanimemos en la defensa del don de la vida desde su concepción hasta su término natural, las familias transmitan con firmeza y amor el Evangelio de la vida, los gobernantes protejan eficazmente este derecho fundamental, y la humanidad entera logre desterrar los fermentos del egoísmo y de la muerte. Roguemos al Señor.

4. Por todas las personas que sufren las consecuencias de la actual situación de crisis económica y crisis de valores. Para que superando las dificultades de los tiempos y de los hombres, y guiados por la fe, no pierdan la esperanza de un futuro más justo y próspero para todos. Roguemos al Señor.

5. Por los frutos de nuestra Estación de Penitencia. Roguemos al Señor.

El Director Espiritual o un delegado suyo, invita a la oración del Padrenuestro.

Padre Nuestro...

Un hermano reza la siguiente oración

María, Madre nuestra,
tú que recibiste a Jesucristo,
Luz y Vida para el mundo,
guía por el camino de la vida
a las madres que han concebido un hijo;
enséñanos a querer a los ancianos,
y a cuidar con amor a los enfermos.
Madre de la Vida y del Amor Hermoso,

ruega por nosotros.

Si se encuentra el Director Espiritual, o un sacerdote, hace la siguiente oración.

Oremos.
Oh Dios, creador y dueño de todas las cosas,
escucha nuestras súplicas confiadas
y concédenos a nosotros,
creados a tu imagen y semejanza,
anunciar con fidelidad el Evangelio de la vida.
Por Jesucristo nuestro Señor.

El Director Espiritual, u otro sacerdote, imparte la Bendición a los hermanos.