domingo, 22 de marzo de 2009

Bendito el fruto de tu vientre







María, Madre nuestra,
tú que recibiste a Jesucristo,
Luz y Vida para el mundo,
guía por el camino de la vida
a las madres que han concebido un hijo;
enséñanos a querer a los ancianos
y a cuidar con amor a los enfermos.

Madre de la Vida y del Amor Hermoso,
ruega por nosotros.