lunes, 19 de octubre de 2009

El pequeño escéptico y el pequeño creyente

Reproducimos a continuación un texto de Henri Noumen, sacerdote católico (1932-1996), que narra una conversación entre dos fetos, hermanos gemelos, en el seno del vientre materno:

El pequeño escéptico (E): ¿Tú crees que hay una vida después del nacimiento?

- El pequeño creyente (C): Pues claro, ¿qué te crees? Nuestra vida aquí está pensada sólo para que crezcamos y nos preparemos para la vida después del nacimiento, para que entonces seamos lo suficientemente fuertes para lo que nos espera.

-E: Yo lo encuentro una tontería. ¿Cómo hay que imaginarse una vida después del nacimiento?

-C: Yo no lo sé tampoco exactamente. Pero seguro que será mucho más interesante que aquí. ¡A lo mejor vamos andando de un sitio a otro y comemos con la boca!

-E: ¡Anda ya! ¡Comer con la boca! ¡Qué idea tan absurda! Para eso tenemos un cordón umbilical. ¿Y andar de un lado para otro? ¿Cómo vamos a andar de un lado para otro con este cordón?

-C: Pero seguro que eso es posible. Sólo que será todo un poco diferente que aquí.

-E: Todavía no ha vuelto a este inundo nadie que haya nacido. Con el nacimiento se acaba la vida. Y la vida es sólo una tortura. Estrecho, oscuro, y todo siempre tan resbaladizo...

-C: Yo no sé tampoco cómo imaginarme una vida después del nacimiento. Pero seguro que entonces veremos a nuestra madre.

-E: ¿,Quéeee?? ¿Una madre?? ¿Tú crees en una madre? Entonces hazme el favor de decirme, ¿dónde está?

-C: Bueno, aquí, en todas partes. Nosotros vivimos en ella y gracias a ella. Sin ella no podríamos existir.

-E: ¡Anda ya! Yo no he sentido nunca a una madre, así es que no existe.

-C: Algunas veces, cuando estamos muy calladitos, la puedes oír cantar. O sentirla cuando acaricia nuestro mundo. Yo de verdad creo que nuestra vida de verdad empieza entonces, cuando nacemos...


miércoles, 30 de septiembre de 2009

El Cardenal muestra su preocupación por la ofensiva laicista

El cardenal arzobispo de Sevilla, mons. Carlos Amigo Vallejo, mostró ayer su preocupación por las consecuencias de una ofensiva de corte laicista que trata de impregnar todas las esferas de nuestra sociedad. En declaraciones a los medios de comunicación antes de entrar en la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, mons. Amigo declaró que "ojalá fuera seria e inteligente, porque no podemos convertir la laicidad en una especie de circo donde cada uno hace su numerito todos los días".

En referencia a las iniciativas ciudadanas en contra del aborto, el cardenal manifestó que "la vida ni es negociable ni puede ser objeto caprichoso de las personas que están al lado del que tiene que nacer". Mons. Amigo reiteró la actualidad "clara, mantenida y sin fisuras de la defensa de la vida, desde la concepción hasta la muerte, que queda fuera de cualquier tipo de manipulación y de negociación".

Manifestación del 17 de octubre

Aludió también a la manifestación que está anunciada en Madrid para el próximo 17 de octubre: "Hay una serie de grupos, cristianos y no cristianos, porque hay motivaciones no exclusivamente religiosas y sí del derecho a vivir, que quieren manifestarse y decir en la calle lo que piensan. Están en su legítimo derecho y -añadió- aplaudimos a todos los que defienden el derecho a la vida". Concluyó su intervención en esta línea, recordando que "son muchas las acciones que hemos emprendido en defensa de la vida, pero sin duda la más eficaz es educar y formar a las personas en el respeto a la vida desde el momento de la concepción".

Fuente: www.archisevilla.org


lunes, 14 de septiembre de 2009

Exaltación de la Santa Cruz

El 14 de septiembre la Iglesia celebra la Exaltación de la Santa Cruz. En este día día recordamos el hallazgo de la Santa Cruz en el año 320 por parte de Santa Elena, madre del Emperador Constantino. Más tarde los persas la robaron y se la llevaron de Jerusalén, siendo recuperada por el Emperador Heraclio en el año 614.

Para evitar nuevos robos la Santa Cruz fue partida en varios pedazos. Uno fue llevado a Roma, otro a Constantina, un tercero se dejó en Jerusalén y otro se partió en pequeñísimas astillas para repartirlas por iglesias del mundo entero, que llamaron Veracruz (verdadera cruz).

Como recuerdo de esta fecha, hagamos con más devoción y más despacio la señal de la Santa Cruz.

Cruz luminosa, nos sentimos orgullosos de llevarte en nuestro pecho, de tenerte en nuestras casas, de verte en las iglesias, de contemplarte en nuestras calles, montes y caminos...

Reproducimos a continuación este hermoso himno de los laudes de este día de fiesta. Al leerlo despacio, Señor, nos acercamos a tu cruz. La besamos con todo nuestro cariño por lo que representa, especialmente en este día de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. Es una cruz luminosa que, de lugar de suplicio, se ha convertido contigo en foco de luz de salvación para todo el mundo.

Brille la cruz del Verbo luminosa,
Brille como la carne sacratísima
de aquel Jesús nacido de la Virgen
que en la gloria del Padre vive y brilla.

Gemía Adán, doliente y conturbado,
lágrimas Eva junto a Adán vertía;
Brillen sus rostros por la cruz gloriosa,
Cruz que se enciende cuándo el Verbo expira.

¡Salve cruz de los montes y caminos,
junto al enfermo suave medicina,
regio trono de Cristo en las familias,
cruz de nuestra fe, salve, cruz bendita!

Reine el señor crucificado,
levantando la cruz donde moría;
Nuestros enfermos ojos buscan luz,
Nuestros labios, el río de la vida.

Te adoramos, oh cruz que fabricamos,
pecadores, con manos deicidas;
Te adoramos, ornato del Señor,
Sacramento de nuestra eterna dicha.

Amén



lunes, 7 de septiembre de 2009

Natividad de la Virgen María

El 8 de septiembre la Iglesia celebra la festividad de la Natividad de la Virgen María (nueve meses después de la festividad de la Inmaculada Concepción).

Con tal motivo publicamos esta carta pastoral de Monseñor José Ángel Saiz Meneses, Obispo de Terrasa, en la que nos traslada algunas ideas del nacimiento de aquella niña que sería Madre de Jesús y Madre nuestra.

María en la geografía de la salvación

El día 8 de septiembre se celebra la fiesta de la Natividad de la Virgen María. Se trata de una fiesta entrañable para nuestro pueblo cristiano. El Nuevo Testamento no deja constancia del nacimiento de la Madre de Jesús. Pero los escritos apócrifos, respondiendo a un deseo de la piedad popular, nos dan detalles de este acontecimiento: la venida al mundo de aquella niña que sería la Madre de Jesús, el Salvador.

Así, por ejemplo, encontramos datos en el Protoevangelio de Santiago, titulado Tratado histórico de la Natividad de la Madre Santísima de Dios y siempre Virgen María, en el que leemos este fragmento que respira todo él humanismo y ternura: “Ana, Ana, el Señor ha escuchado tu oración. Concebirás y darás a luz y de tu descendencia se hablará en todas partes. Y se le cumplió a Ana su tiempo y en el noveno mes dio a luz. Y preguntó a su comadrona: ‘Qué es lo que he dado a luz?’ Y la comadrona le respondió: ‘Una niña’. Y reclinó a la niña en la cuna.”

“De tu descendencia se hablará en todas partes”.La fiesta de la Natividad de María nos trae la vivencia gozosa de esta afirmación. Afirmación que también encontramos, en este caso, en el Nuevo Testamento, en el canto del Magnificat que resume, en el Evangelio según San Lucas, la espiritualidad de María: “Desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque el Todopoderoso obra en mi maravillas”.

No hay duda de que el nacimiento de María indica el momento culminante de la “historia de la salvación”, la encarnación del Hijo de Dios en las entrañas virginales de María. San Pablo, en la carta a los Gálatas, nos deja esta afirmación muy clara en este sentido. “Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley” (Ga 4,4).

Sin embargo, la fiesta del próximo martes, llamada popularmente fiesta de las vírgenes encontradas, nos habla de lo que podemos llamar la función de María en la geografía de la salvación. ¿Qué queremos decir con esta expresión, que recientemente ha surgido con fuerza en la teología mariana? Queremos decir que María ha dado una especie de continuidad y una concreción de la encarnación de Jesucristo, haciéndose familiar y contemporánea de la geografía del cristianismo. De esta manera, ella ha dado sus numerosos nombres a santuarios, ermitas y templos presentes en todo el mundo.

Deseo acabar con una plegaria que he encontrado en la homilía de Juan Pablo II en el santuario de Loreto, el 8 de septiembre de 1979: “Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, ha anunciado la alegría en todo el mundo. Hoy es, pues, el día de esta alegría. La Iglesia, el 8 de septiembre, nueve meses después de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, celebra el recuerdo de su nacimiento. El día del nacimiento de la Madre nos invita a dirigir nuestros corazones hacia el Hijo, porque de Ti nació el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios, que borrando la maldición, nos trajo la bendición, y triunfando de la muerte nos dio la vida eterna. Así pues, la gran alegría de la Iglesia pasa del Hijo hacia la Madre. El día de tu nacimiento es en verdad un preanuncio y el comienzo del mundo mejor. Y por este motivo la liturgia de hoy confiesa y anuncia que el nacimiento de María irradia su luz sobre todas las Iglesias que hay en el mundo”.

También irradia este gozo sobre nuestra diócesis, tan enriquecida con advocaciones y santuarios marianos y con la constantes manifestaciones de devoción de nuestro pueblo cristiano.

+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa



jueves, 23 de julio de 2009

Pollo a la carta

En febrero de 2006, en la 56ª edición del Festival de Berlín se celebró una competición de Cortometrajes con temática relacionada con la comida y el hambre.
Se presentaron más de 3600 cortos de todo el mundo, de entre los cuales, sólo 32 fueron elegidos para ser proyectados en el Festival.
El siguiente cortometraje, "Pollo a la carta", ganó en la categoría de mejor Cortometraje elegido por el público.

Puede parecer duro, pero es una triste realidad.






martes, 7 de julio de 2009

CARITAS IN VERITATE


“Caritas in Veritate” (“La Caridad en la Verdad”), es la tercera encíclica del Santo Padre Benedicto XVI y ha sido presentada en la mañana de hoy en el aula Juan Pablo II del Vaticano.



La encíclica, de temática social, plantea una nueva síntesis humanista que permita superar los desafíos de la globalización y explica cómo la caridad es el pilar sobre el que debe reedificarse la sociedad.



Puedes descargarte el texto íntegro de la encíclica aquí.



Con esta encíclica, como el propio Benedicto XVI explicó antes de su presentación, trata de profundizar en algunos aspectos del desarrollo integral de nuestra época, a la luz de la caridad en la verdad.



El documento contiene una reflexión sobre las condiciones de un desarrollo integral y un progreso sostenible.



Supone una nueva contribución que la Iglesia ofrece a la humanidad en su compromiso por un progreso sostenible, en el respeto pleno de la dignidad humana y de las exigencias reales de todos.



El Papa firmó la encíclica el pasado lunes 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo, día en que concluyó su reflexión en las Vísperas exhortando: Pidamos que Cristo viva en nuestros corazones y nos haga ser hombres nuevos, que actúan según la verdad en la caridad.



domingo, 5 de julio de 2009

Vacaciones





Ha comenzado para muchas personas el deseado tiempo de vacaciones. Descansar es uno de los mandamientos que Dios propone al hombre, pues Él mismo en la Biblia dice que descansó el séptimo día de la creación. Necesitamos descansar porque somos frágiles y el peso del curso se nota en el interior del corazón. Pero ¿sabemos descansar?



Para mucha gente el mero hecho de salir y cambiar de vivencias supone un descanso, pero para la mayoría el verano se convierte en un tiempo frenético en el que la diversión, el viaje o el gasto excesivo se convierte en un motivo de mayor tensión, y al final vuelven de vacaciones deseando recuperar la vida ordinaria. Y es que el cristiano sabe que por muy lejos que salgamos, si el corazón no está tranquilo y no se tiene paz interior, no hay verdadero descanso. Es más, un descanso meramente exterior no resuelve el verdadero cansancio humano, que consiste en tener paz consigo mismo, con los demás y con Dios.



Por eso qué buen momento son las vacaciones para poner un poco de orden en el interior de nosotros mismos, para revisar aquellos aspectos de nuestra vida que son muy mejorables y sobre todo para recuperar un trato amable y cordial con Dios y con todos aquellos a quienes amamos.



Las vacaciones deberían ser el mejor tiempo del año para conocer más a fondo cómo va el timón de nuestra vida y hacia dónde queremos dirigirla. Un tiempo para escuchar con más atención a nuestros familiares y amigos y, sobre todo, para escuchar la voz de Dios.



Rvdo. D. Jesús Higueras

Párroco de Santa María de Caná

Pozuelo de Alarcón (Madrid)



domingo, 21 de junio de 2009

Que toda rodilla se doble...

Arrodillarse ante Cristo, remedio de toda idolatría

En la homilía que Benedicto XVI pronunciaba en el Corpus del año pasado, realizaba una hermosa catequesis sobre el significado de esta postura corporal en la oración y en la liturgia:

“Arrodillarse en adoración ante el Señor (…) es el remedio más válido y radical contra las idolatrías de ayer y hoy. Arrodillarse ante la Eucaristía es una profesión de libertad: quien se inclina ante Jesús no puede y no debe postrarse ante ningún poder terreno, por más fuerte que sea. Nosotros los cristianos, sólo nos arrodillamos ante el Santísimo Sacramento”.

En su obra “El espíritu de la liturgia”, el entonces Cardenal Ratzinger daba respuesta a la objeción que juzga que la cultura moderna es refractaria al gesto de “arrodillarse”. Con clarividencia y profunda convicción afirmaba que “quien aprende a creer, aprende también a arrodillarse. Una fe o un liturgia que no conociese el acto de arrodillarse estaría enferma en un punto central”.

El hecho de que en nuestros días se esté extendiendo la costumbre de permanecer de pie en el momento de la consagración en la Santa Misa, o de que se suprima alegremente la genuflexión al pasar ante el sagrario, no parece que sea algo casual o insignificante.

La “herejía” más extendida en nuestro tiempo –la secularización- no se caracteriza tanto por negar verdades concretas del Credo, cuanto por debilitar la firmeza de nuestra adhesión a la fe.

Da la impresión de que lo políticamente correcto fuese creer a “cierta distancia”, sin entregar plenamente nuestro corazón. En el fondo, estamos ante el olvido de aquellas palabras de Jesús: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. Este mandamiento es el principal y primero” (Mt 22, 37-38).

No podemos olvidar que la adoración es el mejor antídoto frente al relativismo y que, por lo demás, es indudable que la genuflexión está estrechamente ligada al acto de adoración: Es el reconocimiento que la creatura hace del Creador, es la manifestación humilde de nuestra sumisión ante un Dios todopoderoso que, paradójicamente, también “se ha arrodillado” ante nosotros en la encarnación, en su muerte redentora, y en su decisión de permanecer entre nosotros en la Sagrada Eucaristía.

Mención aparte merecen tantas personas que bien quisieran poder expresar de rodillas su adoración a Cristo, y que por limitaciones físicas se han de contentar con hacerlo con una inclinación u otros gestos de fervor y cariño. ¡Cuántas lecciones nos dan con su valiente perseverancia, sin rendirse a sus “achaques”!

Comulgar “a Cristo” y comulgar “con Cristo”


“El segundo mandamiento es semejante a éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas” (Mt 22, 39-40).

En efecto, el acto de adoración a Dios es consecuentemente seguido del ejercicio de la caridad con todos los necesitados. Éste es el motivo por el que la Iglesia ha unido los dos días “más eucarísticos” del año (Jueves Santo y Corpus Christi), a nuestro compromiso con los pobres, ejercido especialmente a través de Cáritas.

El acto de comulgar no termina con la recepción del sacramento. Recurro de nuevo a otras palabras del Cardenal Raztinger recogidas en el citado libro: “Comer a Cristo es un proceso espiritual que abarca toda la realidad humana. Comerlo significa adorarle. Comerlo significa dejar que entre en mí, de modo que mi yo sea transformado y se abra al gran «nosotros», de manera que lleguemos a ser uno solo con Él”.

Por lo tanto, comulgar “a Cristo” supone también comulgar “con Cristo”, es decir, comulgar con todo lo que Él ama, con sus preocupaciones, alegrías, esperanzas y sufrimientos… de una forma especial, con sus predilectos, los pobres.

Ciertamente, estamos ante dos señales determinantes para evaluar la calidad de nuestra participación en la Sagrada Eucaristía: la actitud de adoración y –fruto de ésta- nuestro compromiso con los necesitados.

+ José Ignacio Munilla
Obispo de Palencia

lunes, 15 de junio de 2009

Crónica de la procesión del Corpus





Paradas se vistió de gala para celebrar la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.

A horas tempranas ya se alfombraban con juncos las calles por donde tendría lugar la procesión del Corpus Christi y los vecinos engalanaban balcones con las colgaduras habituales, incluso en calles por donde no pasaría la procesión.

Tras la solemne misa, un repique de campanas anunciaba a todo el pueblo que Jesús mismo, verdaderamente presente en el Sacramento de la Eucaristía, recorría nuestras calles inundando los hogares paradeños con su presencia.

Abrían el cortejo jóvenes acólitos con ciriales y Cruz parroquial (también hubo acólitos ante la Custodia, con incensario y naveta).

Como novedad, este año la cera que acompañaba al Santísimo era de color rojo. Si bien venía siendo costumbre la cera blanca, es el rojo el color sacramental.





El exorno floral, novedoso y muy acertado. Como cada año, flanqueaban la Custodia a ambos lados los candelabros que el Señor de la Vera+Cruz tiene a sus pies durante el resto del año.

Durante el recorrido, y a pesar de las altas temperaturas, numerosísimos feligreses acompañaron al Señor con cánticos y alabanzas.

Participaron también en la procesión el Excmo. Sr. Alcalde y otros miembros de la corporación municipal (desde estas líneas apuntamos que a nuestro entender, protocolariamente debieran ocupar un lugar más cercano a la presidencia de la procesión, a continuación de la Custodia, detrás de nuestro Párroco).






Dignos de mención los altares que las hermandades de Jesús Cautivo y del Santo Entierro montaron en el recorrido. Por otra parte, se echó de menos en el cortejo el Guión Sacramental en plata que conserva la parroquia de la antigua Hermandad Sacramental, de un incuestionable valor artístico, y que tradicionalmente su usaba para la ocasión.

Numerosos "cruceros" partiparon en la procesión, acompañando al Santísimo en los diferentes tramos de la procesión: con palermos, como miembros de la Adoración Nocturna, portando las andas con la Custodia o cantando tras la Custodia.






ALABADO SEA JESÚS SACRAMENTADO









jueves, 11 de junio de 2009

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo



Este domingo la Iglesia celebra la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.


Con tal motivo, en nuestra Parroquia de San Eutropio se celebrará misa solemne a las 9 de la mañana y a continuación tendrá lugar la procesión del Corpus Christi.

Este año, debido a las obras en la calle Ramón Gómez de la Serna, cambiará su itineriario habitual, siendo el recorrido el siguiente:

Padre Barea, Huertas, Callejuelas de Rechacha, calle Larga y subida por Padre Barea.

Tras la entrada tendrá lugar la bendición solemne con el Santísimo Sancramento, mientras el pueblo lo adora postrado, tras el canto del Tantum Ergo.

Nos sumamos al llamamiento que se ha hecho desde la Parroquia animando a todo el pueblo a vivir esta Solemnidad, participando del Sacramento de la Eucaristía en la misa, adorando a Cristo verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento durante la procesión y engalanando las fachadas de las casas.

Por último, agradecemos públicamente al Ecxmo. Ayuntamiento de Paradas que nos haya facilitado el cartel que ha patrocinado con motivo de esta Solemnidad.




ALABADO SEA JESÚS SACRAMENTADO