viernes, 12 de agosto de 2011

La Asunción de la Virgen María

Es dogma de fe que María Santísima fue llevada al cielo en cuerpo y alma, acontecimiento que celebramos el 15 de agosto, día de precepto y en el que, por tanto, todos los fieles católicos estamos llamados a asistir a misa.


La Asunción es un mensaje de esperanza que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros caminamos.

Este día, recordamos que María es una obra maravillosa de Dios. Concebida sin pecado original, María estuvo siempre libre de pecado, era totalmente pura, su alma nunca se corrompió, su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado.

También, tenemos presente a Cristo por todas las gracias que derramó sobre su Madre María y cómo ella supo responder a éstas. María alcanzó la Gloria de Dios por la vivencia de las virtudes. Se coronó con estas virtudes.

La maternidad divina de María fue el mayor milagro y la fuente de su grandeza, pero Dios no coronó a María sólo por maternidad, sino por sus virtudes: su caridad, su humildad, su pureza, su paciencia, su mansedumbre, su perfecto homenaje de adoración, amor, alabanza y agradecimiento.

María cumplió perfectamente con la voluntad de Dios en su vida y eso es lo que la llevó a llegar a la gloria de Dios.

En la Tierra todos queremos llegar a Dios y en esto trabajamos todos los días. Esta es nuestra esperanza. María ya ha alcanzado esto. Lo que ella ha alcanzado nos anima a nosotros. Lo que ella posee nos sirve de esperanza.

Desde su Asunción al cielo, María es nuestra Madre del Cielo y está dispuesta a ayudarnos en todo lo que le pidamos.

Un poco de Historia

El Papa Pío XII, bajo la inspiración del Espíritu Santo y después de consultar con todos los Obispos de la Iglesia Católica y de escuchar el sentir de los fieles, definió como dogma de fe la Asunción de María al Cielo en cuerpo y alma el 1 de noviembre de 1950.

"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".

La fiesta de la Asunción es “la fiesta de María”, la más solemne de las fiestas que la Iglesia celebra en su honor. Este día festejamos todos los misterios de su vida. Es la celebración de su grandeza, de todos sus privilegios y virtudes, que también se celebran por separado en otras fechas.

El día de la Asunción, además, en la Archidiócesis de Sevilla celebramos el día de nuestra patrona, Nuestra Señora de los Reyes, Patrona de la Archidiócesis de Sevilla.


Así reza esta antífona mariana del oficio de laudes de la liturgia de las horas del de la Asunción:

"Venite, adoremus Regem regum, cuius hodie ad aethereum Virgo Mater assumpta est caelum"

"Venid, adoremos al Rey de reyes, cuya Madre ha sido elevada a lo más alto del cielo"

En Paradas la festividad de la Asunción de la Virgen tuvo gran apogeo con la celebración de la Romería de Nuestra Señora de los Remedios, a la que asistía una gran multitud de vecinos de Paradas y de otros pueblos de alrededor convocados por la Archicofradía de la Ntra. Sra. de los Remedios, que se encargaba del culto a tan venerada imagen. Desde hace unos años se viene celebrando una romería en su honor. En el siguiente enlace a la página web del Ayuntamiento de Paradas se puede ver la programación de la romería. Rezamos, propicio, para recupere el apogeo religioso del que en otro tiempo gozó.